Si eres cazador, seguro que te interesa conocer qué es lo que dice la normativa en España sobre cómo practicar esta actividad de forma legal. Es requisito indispensable tener una licencia de caza, cuya expedición corre a cargo de las comunidades autónomas. Ahora bien, para poder tener dicha licencia tienes que estar en posesión de la licencia de armas y, además, contratar un seguro de responsabilidad civil. Se trata de una póliza que cubre tu responsabilidad como cazador frente a los daños personales que puedas ocasionar a terceros. Esta es la cobertura básica, pero todas las compañías aseguradoras ofrecen la posibilidad de contratar coberturas adicionales.
Cabe señalar que el seguro de caza tiene ciertas limitaciones que debes conocer de antemano. La compañía aseguradora no tiene por qué indemnizar a un tercero si el accidente ha sido debido a culpa o negligencia suya. Tampoco está obligada a responsabilizarse de los actos derivados del manejo de un arma si el cazador ha consumido alcohol o drogas. Por supuesto, la póliza no ofrece su protección si el cazador practica la actividad en lugares prohibidos o sin la correspondiente licencia.
Coberturas básicas y adicionales
El seguro de cazador tiene dos garantías básicas. La primera es la responsabilidad civil. En base a los límites fijados en el Reglamento del Seguro de Responsabilidad Civil del Cazador, la obligación de cualquier cazador que porte armas de indemnizar a terceras personas por los daños corporales causados durante la práctica de la caza. Y, la segunda es la reclamación de daños de forma amistosa o vía judicial ante los Tribunales.
Las coberturas adicionales más frecuentes son las siguientes:
- Valor arma: la compañía aseguradora cubre los daños producidos por el robo del arma en el interior del vehículo en el desplazamiento para cazar o en el campo. También indemniza la pérdida total del arma a causa de una explosión.
- Accidentes: es la cobertura de gastos de asistencia médica y farmacéutica, así como la muerte y la invalidez permanente del asegurado.
- Daños a los perros: en caso de sufrir un accidente durante la práctica de la caza, la aseguradora cubre los gastos tanto de asistencia veterinaria como de sacrificio de los perros.
- Defensa jurídica: una cobertura muy recomendable, que proporciona defensa penal al asegurado, siempre y cuando la reclamación judicial contra él sea consecuencia jurídica de la práctica de caza.
Una de las preguntas más frecuentes entre los cazadores es la de si el seguro cubre los daños corporales si sufren un accidente durante el ejercicio de la caza. Se trata de una cobertura opcional, y la suma asegurada que ofrecen la mayoría de las compañías es de 30.000 o 60.000 euros. Hay una serie de requisitos para recibir la indemnización: el hecho debe producirse en un día hábil para la caza, el cazador tiene que estar en posesión de la licencia correspondiente y la consecuencia tiene que producirse antes de que transcurra un año desde que tuvo lugar el accidente.
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