Los refugios de animales insisten en que un perro, así como cualquier otra mascota, no es un regalo, sino una responsabilidad. Son muchos los padres que aprovechan la Navidad o el cumpleaños de sus hijos para regalarles un perro o un gato, por ejemplo. De esta forma, los más pequeños ven las mascotas como un simple regalo, lo cual es un gran error.
La llegada de un animal a la familia implica a todos y cada uno de los miembros de la familia, quienes deben tomar la responsabilidad de su cuidado y bienestar. De lo contrario, llegará un momento en el que los niños terminan cansándose de la mascota, y esto puede convertirse en abandono. Solo en 2018 se recogieron casi 105.000 animales, aunque algunos de ellos no fueron por abandono sino por pérdida.
A la hora de adoptar una mascota, es importante analizar las necesidades presentes y futuras de la familia. Además, es esencial conocer las características y cuidados del animal. Por ejemplo, una tortuga terrestre puede parecer muy bonita, pero hay que saber que a lo largo de su vida crecerá hasta 30 centímetros y exigirá una gran cantidad de comida.
Algo similar ocurre con la cotorra, que a medida que cumple años tiene un sonido cada vez más estridente. O el loro senegalés, que alcanza los 140 centímetros de longitud y requiere de una jaula de grandes dimensiones. Son especies exóticas que implican responsabilizarse de ellas. En muchos casos son abandonadas, lo que supone una grave desestabilización para el ecosistema.
No hay ninguna duda de que los perros y los gatos favorecen en gran medida la empatía y la sociabilidad. Más allá de jugar con ellos y disfrutar de su compañía, hay que ser muy conscientes de que requieren una gran inversión tanto de tiempo como de dinero. Además, hay que disponer del tiempo suficiente para dedicárselo a su cuidado.
La responsabilidad de tener una mascota
Si te estás planteando tener una mascota en casa, lo primero que debes analizar es si vas a poder hacerte cargo de ella y de los cuidados que necesita. Si por ejemplo quieres tener un perro debes ser muy consciente de que no es un juego, y que su cuidado requiere de tiempo y responsabilidad: tienes que sacarlo a pasear tres veces al día, estar pendiente de su higiene… Por lo tanto, es esencial valorar la capacidad de responsabilidad de todos los miembros de la familia, especialmente si tienes niños pequeños.
Por supuesto, tienes que saber qué tipo de mascota es la que mejor se adapta a tu estilo de vida. No tiene nada que ver tener un perro que un pez o una cobaya. Si quieres un perro, tienes que valorar sus características y su tamaño.
Los seguros para las mascotas
Del mismo modo que cualquier otro miembro de la familia, las mascotas también deben tener su propio seguro de Responsabilidad Civil, que cubra cualquier tipo de gasto derivado de problemas de salud o fallecimiento, así como pérdida del animal. En el seguro de Hogar quedan cubiertos la gran mayoría de razas caninas. Aún así, es conveniente comprobarlo por si acaso ya que si la raza es potencialmente peligrosa hay que contratar una cobertura adicional.
También existe el seguro de Mascotas, que cubre su asistencia sanitaria. Si vas a dar la bienvenida a tu casa a un perro, gato o cualquier otra mascota, lo mejor es que te pongas en contacto con una compañía de seguros de confianza y calidad. Será la empresa aseguradora la que analice tu caso al detalle y te ofrezca las mejores soluciones disponibles.