La ciberseguridad es un sector en auge, ya que los ciberataques son cada vez más frecuentes y sofisticados. Se calcula que el 90% de las compañías españolas se han visto afectadas por algún tipo de ciberamenaza, razón por la cual más de la mitad aumentará su inversión en ciberseguridad este 2023. Los ataques más comunes son los de ransomware dirigidos contra minoristas, que han aumentado un 75% desde el año 2020. En más de la mitad de los casos, los ciberdelincuentes consiguieron cifrar los archivos de los minoristas, y el ataque obligó a la paralización, total o parcial, de la actividad, lo que supuso una pérdida de los ingresos del negocio.
Este 2023, según la previsión de los expertos, el ransomware seguirá siendo un ciberataque muy extendido. Además, este año, los ciberdelincuentes utilizarán técnicas muy complejas y sofisticadas. Por otro lado, el phishing estará mucho más perfeccionado, con el uso de una ingeniería social más avanzada. También será relativamente común el empleo de la Inteligencia Artificial para la falsificación de documentos y la suplantación de identidad.
Es fundamental prevenir los ciberataques mediante la puesta en marcha de soluciones de ciberseguridad que permitan detectar y responder ante las amenazas. Aquí entra en juego la póliza de riesgos cibernéticos para empresas de todos los tamaños y sectores de actividad que minimiza las pérdidas y consecuencias de un ataque informático, acelera la vuelta a la normalidad y aumenta la capacidad de defensa digital.
Póliza de riesgos cibernéticos
Una de las coberturas más importantes de este seguro tiene que ver con el ataque informático en sí mismo. En este caso, la compañía aseguradora pone en marcha lo que se conoce como servicio forense para reconducir el tráfico a un servidor alternativo y así minimizar la disrupción. Además, se encarga de determinar el origen del ciberataque para emprender acciones legales.
También cubre los gastos de la extorsión cibernética y ofrece servicio de consultoría y asesoramiento. A través de enlaces malignos, los ciberdelincuentes pueden acceder a información sensible de las compañías. Cuando la tienen en su poder, chantajean a los directivos con la misma.
A esto hay que sumar la cobertura de daños por causas ambientales. Las inundaciones u otros fenómenos meteorológicos adversos pueden dañar las bases de datos y los equipos informáticos, dando lugar a graves pérdidas económicas. Con la póliza de riesgos cibernéticos, la compañía aseguradora se encarga de crear los archivos digitales para volver a la normalidad a la mayor brevedad posible y ofrece servicios legales en lo que a la responsabilidad con los clientes se refiere.
Puede darse el caso de que un empleado pierda un dispositivo que contiene información sensible de la empresa para la que trabaja. La cobertura por Responsabilidad Civil cubre los gastos de defensa y de restitución de imagen, así como sanciones e indemnizaciones.
Por lo tanto, esta póliza es una herramienta muy importante para ayudar a las empresas a proteger su patrimonio ante posibles ataques cibernéticos, virus informáticos, fuga de información, robo de identidad… Está destinada a proteger a las organizaciones de los riesgos, tanto online como offline, a los que están expuestas y que les pueden ocasionar grandes pérdidas.
La gran mayoría de compañías aseguradoras ofrecen una serie de coberturas básicas comunes, como los daños a los sistemas informáticos, indemnizaciones por Responsabilidad Civil, comunicación a la Agencia de Protección de Datos del ataque o la asistencia técnica y legal. Además, las empresas pueden contratar otras opciones, como compensación por la pérdida de beneficios por interrupción de la actividad o por extorsión.
