Tanto si tu negocio tiene una larga trayectoria como si lleva poco tiempo abierto, es fundamental que como empresario conozcas cuáles son los riesgos que pueden ocurrir. Hay multitud de situaciones y circunstancias que se pueden convertir en un riesgo y provocar daños personales y materiales a terceros. Por este motivo, es muy importante la contratación de un buen seguro de responsabilidad civil. Cabe señalar que en algunos sectores de actividad la normativa establece la obligatoriedad de su contratación.
Los daños personales se refieren a posibles incidentes donde una persona pueda salir herida porque, por ejemplo, se ha caído un objetivo. En cuanto a los daños materiales, hacen referencia a las situaciones en las que, por un descuido de tu organización, otra se vea afectada. Puede ocurrir que una fuga de agua cause humedades en la oficina de abajo. A esto hay que sumar los daños económicos. Si sucede un incendio en tu empresa y la de al lado no puede abrir, será la compañía aseguradora la que haga frente a los daños económicos que se hayan producido.
Seguro de responsabilidad civil para negocios
Por lo tanto, es una póliza que cubre las reclamaciones por daños tanto personales y materiales ocasionados a terceros. Cuando se causa un daño a un tercero accidentalmente, se tiene la responsabilidad civil de arreglarlo y compensar a la víctima económicamente. Es el seguro de responsabilidad civil el que cubre este tipo de indemnizaciones.
Cabe señalar que las pólizas de responsabilidad civil para empresas no son todas iguales, ya que dependen de multitud de factores como el riesgo de la actividad, de las coberturas contratadas y de la facturación. Esto es algo muy importante, ya que, si no cuentas con los capitales o las coberturas asegurados adecuadas para tu organización, en caso de siniestro se puede producir lo que se conoce como infraseguro. En este caso, podrías responder con tu propio patrimonio ante la reclamación del tercero.
Coberturas
La cobertura de daños materiales es la más básica de todas. Se entiende como tal a los elementos que quedan inservibles y tienen que ser reparados o sustituidos cuando se produce un incidente del que tu negocio es responsable. La cobertura de daños personales se refiere a las lesiones que sufren personas como consecuencia del daño causado por tu empresa. En lo que respecta a los daños económicos, hace referencia a las pérdidas económicas que puede sufrir el propietario de una compañía afectada por el daño provocado por su actividad.
Las coberturas son las siguientes:
- Explotación: cubre las reclamaciones por daños materiales o personales a terceros en el desarrollo de la actividad.
- Producto y post-trabajo: garantiza la indemnización por daños una vez suministrado el producto o finalizado el trabajo.
- Locativa: cubre los daños producidos en un local que pertenece a otra persona, como puede suceder en locales que se alquilan para eventos.
- Contaminación accidental: cubre los daños producidos al medio ambiente de manera accidental durante el desarrollo de la actividad.
- Patronal: con esta cobertura, la compañía asegura se hace cargo de las reclamaciones de los empleados si sufren un accidente laboral de los familiares de estos tras el fallecimiento del trabajador.
- Subsidiaria: responde ante los daños a terceros que provoquen las empresas subcontratadas.
- Cruzada: cubre los daños personales que puedan sufrir los trabajadores de una empresa subcontratada.
Teniendo todo esto en cuenta, aunque por el sector de actividad de tu negocio no sea obligatorio contratar un seguro de responsabilidad civil, sí es muy recomendable hacerlo. En Generación Plus te ayudamos a encontrar el mejor.