En España, es obligatorio contratar un seguro de caza para obtener la licencia de cazador y practicar esta actividad de manera legal. Al igual que ocurre con cualquier otra póliza, el seguro de caza tiene una serie de coberturas básicas y varias que son opcionales, de forma que es posible configurarlo 100% a medida, según las necesidades y preferencias del asegurado. La cobertura básica más importante de todas es la Responsabilidad Civil, que cubre las reclamaciones por daños personales de terceros si durante la cacería ocurre un accidente.
¿El seguro de caza es obligatorio?
Tal y como hemos indicado, en base a la normativa vigente, es obligatorio estar en posesión de la póliza para poder cazar. Sin el seguro, no es posible obtener la licencia de caza, de cuya expedición se encargan las comunidades autónomas. Además del seguro, para conseguir la licencia se necesitan varios justificantes y la licencia de armas.
La finalidad de esta póliza es que, si durante la práctica de la caza ocurre un accidente que provoca daños personales a terceros, la compañía aseguradora se haría cargo de las posibles indemnizaciones y de los gastos, siempre y cuando no se haya debido a una negligencia por parte del afectado.
Por lo tanto, el principal propósito del seguro de caza es proteger al asegurado frente a una posible reclamación de daños de terceros. Cabe señalar que la protección sólo se aplica a daños personales causados por la persona que contrata el seguro, o sus perros de caza.
¿Cuáles son las coberturas opcionales?
El seguro de caza tiene dos garantías básicas. Por un lado, la Responsabilidad Civil. Y, por otro lado, la reclamación de daños, tanto de manera amistosa como por vía judicial. Además, el asegurado puede contratar las coberturas opcionales que más le interesen, como las siguientes:
- Valor del arma: con esta cobertura, la compañía aseguradora cubre los daños producidos por el robo del arma en el desplazamiento para cazar, en el interior del vehículo o en la zona de caza.
- Accidentes: es una de las coberturas opcionales más recomendadas, que cubre los gastos de asistencia tanto médica como farmacéutica. También cubre la invalidez permanente y el fallecimiento del asegurado.
- Defensa jurídica: tal y como su propio nombre indica, esta cobertura proporciona defensa penal al asegurado cuando exista una reclamación judicial en su contra derivada de la práctica de la caza.
En el seguro de caza también se puede asegurar a los perros, aunque tienen que cumplir algunos requisitos. Todas las compañías aseguradoras exigen que los animales hayan recibido adiestramiento para la práctica de la caza. Además, la gran mayoría de ellas también piden que tengan entre dos y diez años.
¿Cuáles son las limitaciones?
Al igual que ocurre con el resto de las pólizas, de la casa o del coche, por ejemplo, la de caza también tiene sus propias limitaciones. Lo primero a tener en cuenta es que la compañía aseguradora no tiene obligación de indemnizar a terceros cuando el accidente haya sido provocado por una negligencia suya. Como resulta lógico, tampoco se responsabiliza por un accidente cuando el cazador está bajo la influencia del alcohol o de las drogas. A esto hay que sumar que la póliza no ofrece ninguna cobertura si el asegurador está practicando la actividad en una zona prohibida o no tiene la licencia.
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