Un seguro de vida es un producto de protección que ofrecen las aseguradoras para garantizar la estabilidad económica en caso de que el asegurado sufra una invalidez o fallezca. Cuando se contrata esta póliza, se establece la cantidad económica que van a recibir los beneficiarios si se produce alguna de estas situaciones.
Existe la creencia generalizada de que solo las personas mayores deben contratar un seguro de vida, pero en realidad cualquier persona de entre 14 y 65 años puede contratar esta póliza. Para ello, es fundamental analizar las circunstancias personales y familiares y definir para qué se quiere el seguro de vida: contar con una protección económica si se sufre una incapacidad, tener las deudas cubiertas en caso de fallecimiento, etc.
Uno de los aspectos más importantes es el capital asegurado, sobre todo cuando se suscribe a una hipoteca. En este caso, las entidades bancarias obligan a cubrir al menos el capital pendiente de abonar. Además, es recomendable incrementar el capital de la póliza para que cubra, al menos, el salario neto del asegurado de cinco años.
En lo que respecta a la prima, se denomina así a la cuota que el asegurado paga de forma periódica, normalmente mensual o anual. Su valor depende de multitud de factores, como el estilo de vida, el estado de la salud y la edad, así como el capital pactado y las coberturas contratadas.
Tipos de seguros de vida
Existen tres tipos de seguros de vida, cada uno con sus propias características:
- Seguro de vida riesgo: este es el más conocido de todos. Cubre el fallecimiento del asegurador, aunque también se puede contratar de manera adicional la cobertura de incapacidad o invalidez. Existe la posibilidad de contratar el seguro de vida riesgo de vida entera o el seguro de vida riesgo temporal.
- Seguro de vida ahorro: este es un producto muy específico, que combina el seguro de vida riesgo temporal y el plan de ahorro. Si el asegurado sobrevive al periodo de tiempo para el cual has contratado el seguro, la compañía aseguradora le dará una indemnización, ya sea en un único pago o en pagos mensuales.
- Seguro de vida mixto: combina los beneficios del seguro de riesgo con los del seguro de ahorro. Si el asegurado fallece antes del plazo establecido con la aseguradora, los beneficiarios recibirán una indemnización.
¿Cuáles son las coberturas?
Las principales coberturas del seguro de vida son las siguientes:
- Fallecimiento: esta es la cobertura básica. Por lo tanto, si el asegurado, ya sea por accidente o por enfermedad, la aseguradora indemnizará a los beneficiarios con el capital correspondiente.
- Invalidez: si el asegurado sufre una invalidez total y permanente que le incapacita de su trabajo habitual, recibirá una indemnización de la compañía aseguradora. Esta es una cobertura opcional.
- Enfermedades graves: al contratar un seguro de vida está la posibilidad de incluir esta cobertura. De esta manera, si al asegurado le diagnostican una enfermedad grave, cobrará una indemnización.
- Dependencia: si por cualquier motivo queda en situación de dependencia y no puede valerse por sí mismo, también tiene derecho a recibir una indemnización.
Uno de los aspectos más relevantes a la hora de contratar un seguro de vida es el de nombrar a uno o varios beneficiarios. Serán ellos quienes en el momento en el que el asegurado fallezca cobren la indemnización de la compañía aseguradora.
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