Bucear es uno de los deportes acuáticos más divertidos que existen. Para poder dominarlo se requiere una buena dosis de práctica, paciencia y constancia, pero los resultados siempre valen la pena. Aprender a bucear a un nivel experto nos abre un nuevo mundo al que de otra forma no podríamos acceder: el entorno marino. Miles de especies de flora y fauna aguardan en el fondo de los océanos, esperando a que un buceador ávido de curiosidad decida ir a visitarlos. La experiencia es única tanto a nivel físico como mental.
Sin embargo, y como sucede a la hora de llevar a cabo cualquier deporte, el buceo también conlleva ciertos riesgos y peligros. Incluso quienes cuentan con años de experiencia a sus espaldas están expuestos a sufrir cualquier accidente o imprevisto en alta mar, por lo que es importante contar con ciertas garantías antes de lanzarse a una nueva inmersión.
Algunas de las medidas que podemos tomar para evitar sustos indeseados es avisar a amigos y familiares de dónde vamos a bucear y, a poder ser, ir siempre acompañados por alguien de confianza y que tenga nuestro mismo nivel. Nunca se recomienda realizar una inmersión importante o arriesgada con personas dependientes o con capacidades de buceo inferiores a las nuestras, ya que no podremos garantizarles la ayuda en el momento en que suceda algún problema.
Seguros para buceadores expertos
Pero la protección del buceador experto va más allá de la inmersión propiamente dicha. Una gran recomendación es contratar un seguro que nos ofrezca protección y ayuda tanto dentro como fuera del mar. Muchas aseguradoras ofrecen productos específicos para deportistas, que se adaptan a las distintas disciplinas, niveles y exigencias de cada persona. Esto se traduce en un gran nivel de personalización del seguro, que puede contratarse para cubrir únicamente los aspectos más básicos o bien un amplio abanico de imprevistos y accidentes.
Cualquier buceador experto debería contar con un seguro que cubriera al menos las situaciones más probables, lo que incluiría cubrir los gastos médicos de una lesión o beneficiarse de un servicio búsqueda, rescate y traslado desde el lugar donde se ha perdido hasta un lugar seguro o, de ser necesario, hasta el hospital más próximo. Muchos seguros de buceo también contemplan la posibilidad de cubrir al individuo cuando practica otros deportes acuáticos tales como snorkel, pesca, esquí acuático, surf, kayak o pàdel surf, entre otros. Esta opción es muy recomendada para quienes disfrutan practicando más de un deporte en alta mar y, además, quieren evitar contratar un seguro independiente para cada caso.
Por otra parte, un buceador experto también puede protegerse a sí mismo y a terceros mediante opciones de seguro más completas. Esto incluye prestaciones tales como la repatriación ante fallecimiento, la indemnización del asegurado en caso de invalidez permanente o la indemnización a familiares en caso de muerte por accidente. Aunque estas modalidades son considerablemente más caras, suponen una ayuda esencial cuando el deportista es víctima de accidentes de gravedad. La mayoría de las aseguradoras, además, permiten fraccionar los pagos de forma mensual, trimestral o anual para que la persona pueda hacer frente al gasto de la mejor forma posible.
Finalmente, en los últimos años se ha puesto muy de moda la contratación de un seguro para deportistas que incluya los tratamientos médicos en cámara hiperbárica. Se trata de una tecnología muy cara y que no está al alcance de quienes no tienen un seguro, pero ha demostrado ser un sistema de gran efectividad en el tratamiento de lesiones. No en vano, cada vez es más utilizado por buceadores y deportistas profesionales para garantizar una buena recuperación que les permita continuar con sus actividades.