En base a la Ley de Seguro Coche y la Dirección General de Tráfico (DGT), todos los vehículos a motor autorizados a circular por la vía, pública o privada, tienen la obligación de contratar un seguro que cuente con la cobertura de Responsabilidad Civil, más conocido popularmente como seguro a terceros: “Todo propietario de vehículos a motor que tenga su estacionamiento habitual en España estará obligado a suscribir y mantener en vigor un contrato de seguro por cada vehículo de que sea titular, que cubra, hasta la cuantía de los límites del aseguramiento obligatorio, la responsabilidad civil”.
Circular sin seguro es sancionable, y la multa puede oscilar entre los 601 y los 3.005 euros. Según datos de la DGT, en las carreteras españolas circulan alrededor de dos millones de vehículos sin póliza de seguro, razón por la cual en los últimos años se han puesto en marcha diferentes herramientas automatizadas para darles caza.
Tipos de seguro de coche
El seguro a terceros es la póliza más básica, la cual estás obligado a contratar como propietario del vehículo para poder circular. Incluye el seguro de Responsabilidad Civil, que cubre los datos tanto materiales como personales que el coche provoque a terceros. Por lo tanto, el tú vehículo y tú quedáis excluidos de la protección que ofrece esta póliza.
Es mucho más recomendable contratar un seguro de coche a todo riesgo, que ofrece un amplio abanico de coberturas, asistencias y servicios, tanto a terceros como propios.
La principal diferencia del seguro a todo riesgo con respecto al seguro a terceros es que este sí cubre los daños personales y materiales del vehículo asegurado si se ve involucrado en un accidente, independientemente de quién lo haya provocado.
Todos los daños en el vehículo están cubiertos y, además, puedes elegir el taller donde quieres repararlo. Además, si en algún momento te quedas tirado en la carretera, la póliza también incluye la asistencia en viaje. También hay algunas compañías aseguradoras que incluyen la asistencia sanitaria, la rotura de lunas y los daños por explosión e incendio en el seguro a todo riesgo del vehículo.
¿Seguro con o sin franquicia?
Una de las primeras decisiones que debes tomar a la hora de contratar el seguro de coche es la de si te interesa la franquicia. La franquicia es una cuantía económica, fija o en porcentaje, que pactas con la compañía aseguradora, por la cual, en caso de siniestro, tendrá que responder. Existen tres tipos de franquicias:
- De panel: conlleva el abono de una determinada cantidad económica por cada elemento que resulte dañado.
- Por lateral: como asegurado debes pagar una cantidad económica por cada lateral o paragolpes trasero y/o delantero.
- Siniestro: la compañía aseguradora cubre todos los daños que se hayan producido por un accidente, de forma que es la opción más recomendable. Si como asegurado tienes contratada una franquicia de 600 euros y el coste de reparación asciende a 1.500 euros, tú pagas 600 euros y la aseguradora los 900 euros restantes.
¿Es mejor un seguro con o sin franquicia? Depende de cuánto utilices el coche. Si no lo usas con frecuencia o si eres un conductor responsable y prudente, quizá el seguro con franquicia sea la mejor opción para ti. Si, por el contrario, coges el coche a diario, la probabilidad de tener un siniestro en algún momento es alta, así que te conviene más un seguro de coche sin franquicia.
En Generación Plus somos una correduría de calidad y confianza. Puedes ponerte en contacto con nosotros para que encontremos el seguro de coche que mejor se adapte a tus necesidades.