No existen empresas, grandes o pequeñas, ni sectores que estén completamente libres de riesgos en el desarrollo de su actividad. Por este motivo, contratar una póliza es esencial para operar con la seguridad necesaria para la compañía, ya que en caso de siniestro puede marcar la diferencia entre la supervivencia y el cierre. Existen multitud de sectores de actividad y en los últimos años las compañías aseguradoras han creado un amplio abanico de productos que encajan con las características y necesidades de cada uno de ellos.
Cabe señalar que hay algunos seguros cuya contratación es obligatoria para todas las empresas con base en la normativa vigente, como por ejemplo el de Responsabilidad Civil, el más importante de todos. Se trata de la póliza que da cobertura a las reclamaciones de terceros por la vía civil que se derivan de daños personales o materiales.
Además, hay otro tipo de póliza obligatoria que tiene unas coberturas muy específicas y está dirigida a profesionales: el seguro de Responsabilidad Civil profesional. La compañía aseguradora responde ante terceros cuando el asegurado es responsable de daños personales o materiales a terceros en el desempeño de la actividad profesional.
Seguros para empresas
El seguro de Responsabilidad Civil cubre la responsabilidad del asegurado ante posibles daños a terceros que se deriven de la propia actividad empresarial. Tras un análisis en profundidad de las fortalezas y debilidades del negocio, la compañía aseguradora ofrece una póliza 100% a medida. Algunas de las principales coberturas son los gastos de defensa y fianzas personales, la Responsabilidad Civil de explotación y la Responsabilidad Civil de productos, trabajos terminados y/o servicios prestados.
El seguro de Responsabilidad Civil profesional protege a los profesionales frente a las reclamaciones de terceros por perjuicios económicos ocasionados por una negligencia en el desempeño de su actividad profesional. Al igual que el resto de las pólizas, tiene una serie de coberturas básicas y otras opcionales, siendo las más relevantes las siguientes: infracción de derechos de propiedad intelectual o industrial, gastos de defensa por reclamaciones cubiertas en póliza y pérdida de documentos de sus clientes.
Aunque no es uno de los seguros obligatorios que deben contratar las empresas, sí es 100% recomendable: el seguro de riesgos cibernéticos.
En los últimos años, han aumentado de forma exponencial los ciberataques contra las Pymes y los costes para recuperarse en muchos casos son tan elevados que conllevan el cierre del negocio. Tiene un carácter flexible, de manera que se puede adaptar a los riesgos específicos y a las necesidades de cada organización.
Incluye coberturas muy interesantes, como el servicio de respuesta a incidentes, incluyendo servicios de contención tecnológica, asesoramiento jurídico y de comunicación, y gastos de notificación o las pérdidas del asegurado, incluyendo gastos de recuperación de datos o sistemas, pérdida de beneficios, extorsión cibernética y sustitución de equipos, entre otros.
Y, por último, cabe señalar que los directivos y administradores de una organización están expuestos a un amplio abanico de riesgos que pueden poner en serio riesgo su patrimonio personal, y también el de su familia, así como su reputación. Un error o una decisión equivocada durante el desempeño de la actividad profesional puede dar lugar a una reclamación o una demanda de un tercero.
Para este tipo de circunstancias, conviene contratar un seguro de Administradores y Directivos, que cubre situaciones como: demandas de socios y accionistas alegando mala gestión, demandas de clientes, competidores, organismos públicos y autoridades, demandas por riesgos laborales, etc.
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